Museo del Prado 1629 Óleo sobre lienzo 179 x 223 cm. |
El propósito de la obra de Zurbarán es crear una emoción mística por medio de figuras descritas con rigor naturalista. El santo, arrodillado en su celda, contempla en éxtasis a su patrono que se le aparece crucificado cabeza abajo. Por las características formales que ofrece, es dado rastrear en este lienzo, junto al conocimiento de la producción de Ribera, la influencia del joven Velázquez.
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