Museo D’Orsay 1866 Óleo sobre lienzo 160 x 97 cm. |
El pifano, retrato de un niño de la guardia imperial, figura entre las obras más populares de este artista. El niño aparece en pie, con la pierna izquierda ligeramente adelantada y el cuerpo arqueado en la misma dirección, aplicado a la tarea de arrancar las notas precisas de su instrumento. El uniforme y el gorro, galoneado en oro, constituyen el pretexto para un ejercicio de captación de luces que alcanza su máxima vibración en los botones metálicos y en el estuche de latón dorado que lleva el niño colgado en bandolera. El fondo gris uniforme sobre el que se recorta la figura se halla indudablemente tomado de retratos de Velázquez y de Goya, véase el cuadro Pablo de Valladolid en este mismo blog.
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