viernes, 23 de diciembre de 2016

Café por la noche, Place Lamartine, Arles - Vincent Van Gogh

Café por la noche, Place Lamartine, Arles, Vincent Van Gogh, Yale University Art Gallery, New Haven (Connecticut), 1888, Caravaggio, Sevilla, Barroco, Barcelona, Madrid, España, Obras maestras, Pintura, Escultura, Poesía, Artistas más universales, los Museos más importantes, las Obras maestras. Artistas, Museo del Prado, D'Orsay, Louvre, National Gallery, París, Londres, Renacimiento, Impresionismo, Diseño, Poesía, Museo, Videos, New York, Florencia, Moscu, Viajes y más en Galerias de pintura, http://galeriasdepintura.blogspot.com, Galeria de pinturas, galería pinturas, Galeria,
Yale University Art Gallery, New Haven (Connecticut)
1888
Óleo sobre lienzo
72,4 x 92,1 cm.
Realizado en septiembre de 1888, este cuadro se aleja del agradable mundo de los cafés imaginados por los impresionistas y se ocupa de los momentos más oscuros y angustiosos.
Alejada del primer plano, en una perspectiva de velocidad vertiginosa, aparece una pareja, como una cosa más entre las cosas. La tosquedad del dibujo, el interés por los objetos y la preocupación moral recuerdan las obras holandesas de Vincent. Siempre se refirió a ella como a una obra equivalente a los Comedores de patatas, a la que remite la luz de las lámparas. Es una imagen de las condiciones de los marginados. Pequeña pero evidente referencia a la brevedad de la vida, el reloj marca las horas de una noche de soledad. Quizás Vincent recuerde las clepsidras insertadas en los memento morí de los alemanes (Recuerda que morirás). El espejo, que tanta importancia había tenido en los interiores de café de Manet como elemento de animación y magia, es aquí una oscura superficie negra, de reflejos sulfúreos. En el fondo rojo sangre, que evoca las terribles pasiones de la humanidad, las botellas, inmersas en la atmósfera de horno infernal que caracteriza la imagen, parecen apretarse unas contra otras. Debido a la impetuosa violencia de las líneas convergentes, la silla en primer plano parece arrollada por el flujo de ondas de angustia. La silla vacía aparece en la pintura de Vincent como metáfora obsesiva de la ausencia. El centro de la escena, se exceptúa la mesa de billar, que proyecta una sombra inquietante, está vacío y en el cuadro domina una sensación general de abandono, mientras que el colorido vivo y estridente comunica una idea de violencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares