Tate Britain 1839 Óleo sobre lienzo 914 x 1,219 cm. |
Agripina, esposa de Germánico Julio César, muerto en el curso de una expedición a Antioquia, lleva a Roma las cenizas de su marido. La escena evocada y la representación de la ciudad antigua, ejecutada de acuerdo con una visión más imaginativa que arqueológica, no deben hacer olvidar la belleza del paisaje urbano. Turner añadió al cuadro esta leyenda: “El río de límpidas aguas, Sí… El Tiber dorado bajo su rayo centellea, aunque el sol ya declina.”
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