| Museo de Arte de Basilea 1923 Óleo sobre lienzo 130,2 x 97,1 cm. |
Este óleo, que produce la impresión de un gouache sobre papel, se halla en la línea del más depurado clasicismo picassiano. El tema (repetido en varias ocasiones por el artista) pertenece al mundo del ballet.
Para este cuadro posó Jacinto Salvadó, a quien el pintor ha dispuesto sentado de medio lado sobre una silla cuyo respaldo es visible a la izquierda. Tiene las manos enlazadas, descansando sobre sus rodillas, y el rostro vuelto hacia la izquierda, en un perfil casi total, sometido a una iluminación que parece proceder de una ventana situada en aquel lado. La magistral modulación de luces y sombras proporciona a la figura plena entidad corpórea, a despecho de un procedimiento de ejecución que deja muchas zonas en estado de boceto, para establecer un contrapunto con la apurada realización del rostro. Las manos, por ejemplo, aparecen tan solo manchadas por colores primarios que dejan al descubierto la uniforme capa de color terroso que constituye la preparación del lienzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario